Con la auditoría energética se busca conocer exactamente cuales son nuestros consumos energéticos a lo largo de un periodo de tiempo, estudiando ahí cuales son los puntos débiles de nuestras instalaciones que nos hacen perder o malgastar la energía. Con la ayuda de los estudios termográficos podemos detectar patologías que a la vista del ojo humano es imposible de ver.
                Con una imagen termográfica obtenemos múltiples puntos de temperatura en los cuales se aprecia perfectamente cuales son los puntos por los que estamos desperdiciando energía y sobre los que hay que actuar como envueltas térmicas de edificios, ventanas, sistemas de refrigeración o calefacción, cuadros eléctricos, detección de humedades...